En el mundo del catering trabajamos para crear un momento cálido donde poder estrechar lazos. Si persigues que los usuarios se decidan por tu marca y no por nombres más consolidados como Viena Capellanes o Mallorca, debes diferenciarte y llegar a donde esas compañías no llegan. En nuestro caso, pensamos que podíamos ofrecer unos valores añadidos, ser un catering sostenible y artesanal. Pero sin presencia, prestigio y recursos, estar a la altura es una cruzada evangelística continua.
Nuestra historia
Mi socia Patricia y yo teníamos una incipiente preocupación por la sostenibilidad y una gran pasión por la gastronomía, así que decidimos emprender un servicio de catering comprometido con la economía circular y el producto local, generando el mínimo residuo y cocinando un producto auténtico y sincero.
Tras dar nuestros primeros servicios de catering en 2019, nuestra misión se apareció ante nosotros de un modo natural: cambiar el mundo bocado a bocado. Para ello debíamos cuidar de las personas, del entorno y de nuestro planeta. Para las personas ofreceríamos una gastronomía basada en la elaboración artesanal y una buena presentación; para el entorno buscaríamos a productores y artesanos locales, dándoles prioridad en nuestras decisiones de compra; y para el planeta evitaríamos al máximo los elementos de un solo uso, ofreciendo sin coste añadido el uso de menaje reutilizable y la retirada después del evento.
En 2020, “gracias” a la cuarentena, tuvimos tiempo para estudiar sobre branding, SEO y comunicación. Contratamos servicios de consultores y diseñadores. Buscamos un nombre, creamos un logo, página web, catálogos… y comenzamos a escalar hacia la cima donde se encuentran las bondades del producto con las necesidades del cliente. Hicimos “networking” en webinars, charlas o encuentros. Al prohibirse las reuniones durante 18 meses y al estar orientado nuestro servicio a los encuentros, no tuvimos pedidos durante ese tiempo y agotamos nuestros ahorros, pedimos favores y volvimos a buscar un trabajo por cuenta ajena
Ya en el último trimestre de 2021 comenzaban los primeros brotes verdes otra vez y los pocos clientes que habíamos conseguido empezaron a llamarnos de nuevo. Durante varios meses compaginamos ese trabajo por cuenta ajena con el servicio de nuestro catering y la defensa de nuestra marca. Una doble vida muy exigente en energía y planificación, que a toro pasado miramos con satisfacción, pero que se nos hizo larga y cuesta arriba por momentos.
En 2022 conseguimos la gestión de un comedor de empresa, los congresos que nuestros clientes habían aplazado durante los meses anteriores vinieron todos de vez, el trabajo de marketing y comunicación comenzó a dar sus frutos, encontrando a nuevos usuarios que cada día dan más prioridad a un catering sostenible y artesanal como el nuestro; constituimos nuestra SL y contratamos a un equipo profesional. Empezábamos a contar con unos recursos gracias a los cuales todo empezaba a ser más fácil y nos permitían aspirar a cotas más altas.
En 2023 hemos seguido creciendo y mejorando:
- Estableciendo alianzas estratégicas con proveedores locales
- Estandarizando nuestros procesos artesanales
- Llegando cada vez a más gente
- Alcanzando la estabilidad financiera
Y por ello ahora podemos sacar un poquito de tiempo para escribir estas líneas y contártelo de primera mano.
Muchas gracias a quienes habéis confiado en nosotros para agasajaros en vuestras reuniones y celebraciones. Cada menú y cada bocado, han llevado ilusión y sostenibilidad a partes iguales. Ojalá sigamos creciendo juntos por muchos años.
Si necesitas imprimir la sostenibilidad en tu próximo evento, no lo dudes y ponte en contacto con nosotros: https://cateringsazon.com/contacto/
Recibe un afectuoso saludo.
Patricia Real y Juan José Fatás, fundadores de Sazón Catering Sostenible
